Las abundantes y constantes lluvias de este mes de confinamiento nos han traído una primavera esplendorosa; no hay mal que por bien no venga.
Nuestras fiestas de mayo y junio han quedado suprimidas, este año las flores campestre se quedaran sin nuestra compañia con nuestros cantes.

               Desde la soledad y el camino del agua  de un barranco vamos viendo el desarrollo de la pandemia del Covi 19, en el diez y tantos días de  arresto  en casa, sin tener  ni vacunas, ni tratamiento, aguardamos solo que  nos aplican esta medicina del arresto sin saber si nos contagiaremos toda la familia.  Hoy hay ya 130 000 individuos diagnosticados.
Los test no hubieran aclarado quién lo tiene y quien no, pudiendo aplicar medidas efectivas y parciales a los positivos.  Y si lo dan positivo 5 millones donde los meteran ?
 Este virus nuevo tiene inteligencia viral,  en  algunos  huéspedes no produce síntomas, con lo que puede infectar en silencios a muchas  personas.
Los expertos comentan que volverá con los fríos del otoño y la vacuna no se le espera hasta  1 años. Tomar mucha fruta y el sol son hasta hora, las medidas lógica de combatirlo en el exterior, porque para el interior solo esta tu sistema inmunitario.  El 86,5 % de los fallecidos  aquí tienen edad superior a 70 años, cuántos quedaran ?